Yo no quiero volverme tan loco. Busco sí, más preguntas. Interrogantes al vuelo buscando el barrilete que infiera una respuestas. Y la repregunta, nuevo aire que se llena del mismo interrogante. Es verse con los ojos cerrados y poder conocerse, reconocerse.
Yo no quiero vestirme de rojo. Abandonar ese lugar de punto central del cículo que se dibuje o se imagine. Salirme de un eje central que probablemente (ciertamente) no existe. Desamarrarme las manos atadas con lazos crueles pero que se visten de justas y lógicas razones.
Yo no quiero morir en el mundo hoy. Dejar de existir no es una solución posible. No debiera serla. Muy complicado verlo como salida de algo. Desangrarse de sueños y de utopías puede llevarnos a querer (sentir que queremos) irnos, volar, perdernos. No quiero morir hoy. Aunque dolería mucho saber más adelante, que uno ya no estaba aquí. Si fuera el caso, quisiera renacer.
Yo no quiero verte tan triste. Si pudiera volver a sonreir, si volviéramos a sonreir. Nada traerá lo que se fue, lo que se perdió, que no pudimos sostener. Tal vez había que dejarlo caer, tal vez nunca hubo nada. Volver a sonreir como si ninguna nube hubiese llovido sobre mí.
Yo no quiero esta pena en mi corazón. Sé que no quiero, pero no sé cómo sacarla de allí. No sé.
Yo no quiero volverme tan loco, al menos que ya lo esté.
Yo no quiero volverme tan loco
Yo no quiero volverme tan loco
yo no quiero vestirme de rojo
yo no quiero morir en el mundo hoy.
Yo no quiero ya verte tan triste
yo no quiero saber lo que hiciste
yo no quiero esta pena en mi corazón.
Escucho un bit de un tambor entre la desolación
de una radio en una calle desierta
están las puertas cerradas y las ventanas también
no será que nuestra gente está muerta?
Presiento el fin de un amor en la era del color
la televisión está en las vidrieras
toda esa gente parada que tiene grasa en la piel
no se entera ni que el mundo da vueltas.
Yo no quiero meterme en problemas
yo no quiero asuntos que queman
yo tan sólo les digo que es un bajón.
Yo no quiero sembrar la anarquía
yo no quiero vivir como digan
tengo algo que darte en mi corazón.
Escucho un tango y un rock
y presiento que soy yo
y quisiera ver al mundo de fiesta.
Veo tantas chicas castradas y tantos tontos que al fin
yo no se si vivir tanto les cuesta.
Yo quiero ver muchos más delirantes por ahí
bailando en una calle cualquiera
en Buenos Aires se ve
que ya no hay tiempo de más
la alegría no es sólo brasilera.
Yo no quiero vivir paranoico
yo no quiero ver chicos con odio
yo no quiero sentir esta depresión
voy buscando el placer de estar vivo
no me importa si soy un bandido
voy pateando basura en el callejón
Yo no quiero volverme tan loco
yo no quiero vestirme de rojo
yo no quiero morir en el mundo hoy.
Yo no quiero ya verte tan triste
yo no quiero saber lo que hiciste
yo no quiero esta pena en mi corazón.
Yo no quiero sentir esta pena en mi corazón.
Yo no quiero vestirme de rojo. Abandonar ese lugar de punto central del cículo que se dibuje o se imagine. Salirme de un eje central que probablemente (ciertamente) no existe. Desamarrarme las manos atadas con lazos crueles pero que se visten de justas y lógicas razones.
Yo no quiero morir en el mundo hoy. Dejar de existir no es una solución posible. No debiera serla. Muy complicado verlo como salida de algo. Desangrarse de sueños y de utopías puede llevarnos a querer (sentir que queremos) irnos, volar, perdernos. No quiero morir hoy. Aunque dolería mucho saber más adelante, que uno ya no estaba aquí. Si fuera el caso, quisiera renacer.
Yo no quiero verte tan triste. Si pudiera volver a sonreir, si volviéramos a sonreir. Nada traerá lo que se fue, lo que se perdió, que no pudimos sostener. Tal vez había que dejarlo caer, tal vez nunca hubo nada. Volver a sonreir como si ninguna nube hubiese llovido sobre mí.
Yo no quiero esta pena en mi corazón. Sé que no quiero, pero no sé cómo sacarla de allí. No sé.
Yo no quiero volverme tan loco, al menos que ya lo esté.
Yo no quiero volverme tan loco
Yo no quiero volverme tan loco
yo no quiero vestirme de rojo
yo no quiero morir en el mundo hoy.
Yo no quiero ya verte tan triste
yo no quiero saber lo que hiciste
yo no quiero esta pena en mi corazón.
Escucho un bit de un tambor entre la desolación
de una radio en una calle desierta
están las puertas cerradas y las ventanas también
no será que nuestra gente está muerta?
Presiento el fin de un amor en la era del color
la televisión está en las vidrieras
toda esa gente parada que tiene grasa en la piel
no se entera ni que el mundo da vueltas.
Yo no quiero meterme en problemas
yo no quiero asuntos que queman
yo tan sólo les digo que es un bajón.
Yo no quiero sembrar la anarquía
yo no quiero vivir como digan
tengo algo que darte en mi corazón.
Escucho un tango y un rock
y presiento que soy yo
y quisiera ver al mundo de fiesta.
Veo tantas chicas castradas y tantos tontos que al fin
yo no se si vivir tanto les cuesta.
Yo quiero ver muchos más delirantes por ahí
bailando en una calle cualquiera
en Buenos Aires se ve
que ya no hay tiempo de más
la alegría no es sólo brasilera.
Yo no quiero vivir paranoico
yo no quiero ver chicos con odio
yo no quiero sentir esta depresión
voy buscando el placer de estar vivo
no me importa si soy un bandido
voy pateando basura en el callejón
Yo no quiero volverme tan loco
yo no quiero vestirme de rojo
yo no quiero morir en el mundo hoy.
Yo no quiero ya verte tan triste
yo no quiero saber lo que hiciste
yo no quiero esta pena en mi corazón.
Yo no quiero sentir esta pena en mi corazón.
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