La memoria es la fuerza más grande que un pueblo debe ejercitar. No puede permitirse un descanso, sería artero, sería una pena, un error. El 24 de marzo se ha convertido en Día Feriado en la Argentina, para conmemorar el día de la Memoria. El 24 de marzo de 1976 se comenzaba a escribir el dolor más contemporáneo de los argentinos. Las nefastas Fuerzas Armadas hablaban de "Reorganización Nacional" pero regaron el suelo de nuestro país con la sangre joven de nuestros 30.000 hijos y nietos. Pretendieron desaparecer la fuerza de sus ideales, se apropiaron de su descendencia y procuraron enquistarse en el poder.
Hace 32 años que en muchas casas de mi país siempre se pone un plato más a la mesa. Los años no borran la fuerza de la juventud en la que han imortalizado a sus seres queridos. Madres y Abuelas que dicen buenas noches y buenos días a una esperanza aferrada, válida, una esperanza de amor. Se despiden de ellos una y mi veces, como las vueltas a la Plaza de Mayo, por "donde no se podría transitar".
Cada nuevo aparecido es un canto de luz en la inmensa oscuridad de la otracidad del exterminio. Es la prueba, en cuerpo y alma, que el plan siniestro no logró todos sus delictivos objetivos. Es un ser que vuelve a nacer, a tener identidad y dar muestra cabal que mientras hay vida hay esperanza. Somos, en escencia, espejo de nuestro padres. Es por ello que cada aparecido refleja en su espejo la luz de aquella vida, de aquel ideal, de aquel amor que ningún gobierno de facto pudo aniquilar.
Hace 32 años que en muchas casas de mi país siempre se pone un plato más a la mesa. Los años no borran la fuerza de la juventud en la que han imortalizado a sus seres queridos. Madres y Abuelas que dicen buenas noches y buenos días a una esperanza aferrada, válida, una esperanza de amor. Se despiden de ellos una y mi veces, como las vueltas a la Plaza de Mayo, por "donde no se podría transitar".
Cada nuevo aparecido es un canto de luz en la inmensa oscuridad de la otracidad del exterminio. Es la prueba, en cuerpo y alma, que el plan siniestro no logró todos sus delictivos objetivos. Es un ser que vuelve a nacer, a tener identidad y dar muestra cabal que mientras hay vida hay esperanza. Somos, en escencia, espejo de nuestro padres. Es por ello que cada aparecido refleja en su espejo la luz de aquella vida, de aquel ideal, de aquel amor que ningún gobierno de facto pudo aniquilar.
Argentina se ha convertido en la industria del pañuelo, con él se pelea, se lucha, se llora, se vuelve a comenzar. Pañuelos blancos que piden al unísono: Justicia. Quizá, la condena que aún resta es la autocrítica que como pueblo nos debemos. No se puede anteponer el autoexcluyente "por algo habrá sido". Dijo Jorge Lanata: "nadie desaparece 30.000 personas si todo un pueblo no lo permite". Los medios y miedos y juegos macabros de monstruos disfrazados de dirigentes sí pueden. Pero, nada quita que podamos hacer nuestro examen de conciencia. En eso, y es lo que me gusta creer por más que los centros turísticos embolsen más billetes, va el feriado del 24 de marzo. Juan Alberto Badía dijo hoy: "tuvimos muchos 24 de marzo en nuestra historia". Por eso, el día sin clases, sin trabajo, para el asadito o para cortar el pasto o para unas minivacaciones, no vale nada si no ponemos a prueba la memoria.
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